Erwitt destacaba por su espíritu creativo

La mirada creativa de Elliot Erwitt

¿Sabes que dentro de ti hay un ser creativo que late con fuerza y que empuja por salir? Todos, por muy difícil que nos resulte creerlo, somos creativos y sólo hace falta un poco de trabajo para rescatar esa parte creativa que tenemos por ahí olvidada. Hoy te traigo siete ejercicios para comenzar a desbloquear la creatividad que tienes ahí adormilada y que está deseando brillar con fuerza.

1. Páginas matutinas

Cada mañana, pon el despertador un poquito antes. Tal vez media hora. Ten papel y bolígrafo preparado y escribe a mano tres páginas de lo primero que te venga a la cabeza. Será tu flujo de conciencia matutino a la que le irás dando forma mediante este ejercicio. Muy importante: no leer lo que escribes. Esta última parte es vital porque de lo que se trata es de poner en modo ‘off’ el juez crítico que tenemos ahí dentro y que es mucha veces quien nos impide sacar a la luz nuestra creatividad. Prueba el ejercicio durante varias semanas. Puedes usarlo para contar cómo te sientes en relación con tu creatividad.

2. Cita con el artista

Invítate a ti mismo cada semana a una cita con el artista. Resérvate dos horas para ti, sólo para ti, y dedícate a eso que te inspire. Puede ser visitar ese museo que tanto te gusta, pasear por la playa y recoger piedras o, ¿por qué no?, hacer figuras divertidas y coloridas con el juego de Lego que tus hijos olvidaron en un rincón hace tiempo. Lo importante es que sea una actividad refrescante para ti, te divierta y la hagas en solitario.

3. Los monstruos de tu autoestima creativa

Viaja en el tiempo hacia tu infancia y detecta los tres grandes monstruos de tu autoestima creativa. Esos grandes monstruos pueden tener la forma de aquel maestro de EGB que te dijo que lo tuyo no era cantar o, como es mi caso, el de una maestra sustituta que al ver que yo, con 6 o 7 años, había pintado un mundo en el que había gente boca a abajo y gente boca arriba me miró con cara extraña y me dijo que eso no podía ser así, que en el dibujo no tenía porqué haber gente boca abajo. A partir de ese día, no he vuelto a dibujar con placer hasta hace uno pocos meses.

4. Una escena

Selecciona una de las escenas protagonizadas por uno de esos tres grandes monstruos de quienes has hablado en el ejercicio anterior y descríbela con todos los detalles que recuerdes. “Aquel día teníamos que pintar el mudo en clase de Plástica. No estaba la maestra Ana como todos los días, sino que vino una sustituta que no conocíamos. Yo pinté un mundo de color amarillo en el que la gente que habitaba en el hemisferio norte estaba boca arriba y quienes lo hacían en el sur estaban boca abajo. Así nos lo habían enseñado en Sociedad sólo unos días antes. Sin embargo, esta profesora al yo enseñarle el dibujo puso una mueca extraña, me dijo quo no entendía nada y que  no podía ser así como yo lo había pintado”. Algo así.

5. Carta al director en tu defensa

Escribe una carta al director en tu defensa. “Esa profesora sustituta no tenía ni idea de la imaginación que yo tenía. Era  tonta porque no sabía que la gente que la gente que viven en el hemisferio sur está boca abajo y que lo que impide que se caigan es la gravedad de la tierra. Al ver mi dibujo se le puso una cara rara, así como si se le fueran a salir los ojos, como sucede en los dibujos”. Presta la voz de tu artista niño herido a esa carta y hazla divertida.

6. Los defensores de tu autoestima creativa

Viaja de nuevo en el tiempo hacia tu infancia. Haz una lista de tres viejos defensores de tu autoestima creativa. Estos son tus defensores, quienes te quieren a ti y a tu creatividad y quienes han sido tus aliados a lo largo de tu vida y te han empujado a sacar tu parte creativa. Sé específico y registra las palabras de ánimo que te dirigieron de forma detallada. Incluso si no crees uno de los cumplidos regístralo porque seguro que es cierto.

7. Vive otras cinco vidas

¿Si pudieras vivir otras cinco vidas, cuáles serían? ¿qué harías en cada una de ellas? Monje zen, tenista, cazador de ballenas, broker de Wall Street, técnico de efectos especiales, presentador de televisión,  curandero, entrenador, científico, ministro, abogado, hacker informático, compositor de música clásica, autor de bestsellers. Escribe lo que se te vaya ocurriendo sin pensarlo demasiado y deja que tu imaginación vuele.

Estos siete ejercicios han sido extraídos del libro ‘El camino del artista’, de Julia Cameron, un curso para descubrir y rescatar la parte creativa que todos nosotros tenemos dentro y que de la que el mismo Martin Scorsese afirma que es “una herramienta valiosísima para entrar en contacto con la creatividad”. Cameron pide en su curso la creación de lo que ella denomina racimos creativos y que son grupos de personas que se dedican a rescatar su creatividad. En Viventi iniciaremos uno en febrero que durará 12 semanas y en el que haremos el trabajo propuesto por Cameron para entrar de nuevo en contacto con nuestra creatividad y para lograr que aflore.

A mí de forma particular ‘El camino del artista’ me ha ayudado a entrar en contacto con mi creatividad, esa que personas como esa maestra del colegio me cortaron con sólo seis o siete añitos con comentarios como el que me hizo. Para mí ha supuesto una valiosa herramienta a la hora de creerme que sí, que puedo escribir, y que eso que desde siempre he querido que es escribir un libro no es una locura, sino una aspiración legítima a la que ya he puesto manos a la obra.

Para conocer nuestro grupo de trabajo de el ‘El camino del artista’, pincha aquí.