Vivir-Con-Propósito1

Ya ha llegado septiembre, mes junto enero en el que a la mayoría nos toca hacer esa lista de propósitos que, de forma habitual, queda olvidada en la agenda del año en curso o se pierde en el rincón de cualquier cajón. ¿Hacer deporte? ¿Adelgazar? ¿Estudiar tal o cuál cosa? ¿Poner en marcha ese nuevo proyecto profesional? ¿O quizás encontrar pareja?

Proyectos hay para todos los gustos, lo que más cuesta es conseguir que se conviertan en una realidad, en algo tangible. ¿Hay alguna manera de conseguirlo? Sí, sí que la hay. Y en este post te voy a dar algunas técnicas sacadas de la Programación Neuro Lingüística (PNL) que puedes aplicar a la hora de formular esos objetivos para que estén más cerca y no acaben perdiéndose en el limbo de los proyectos inconclusos. Así que si tienes objetivos a la vista, saca papel y boli y ¡ponte a formularlo!

  1. Define el objetivo de la manera más clara y concisa posible. No es lo mismo plantearte que quieres adelgazar que intentar quedarte en 60 kilogramos, por ejemplo. El primer objetivo está enunciado de una manera mucho más general. El segundo es conciso, claro, concreto.
  2. Asegúrate de que esté definido en positivo. Sí, siempre en positivo, no en negativo, parafraseando a Van Gaal (¿os acordáis de aquel entrenador del Barcelona que pedía que se fuera positivo?). No vale decir lo que no se quiere: la cuestión es decir de forma clara y concisa lo que se quiere.
  3. Su consecución ha de depender de ti y nada más que de ti. Aquí no vale, por lo tanto, objetivos del tipo ‘Quiero que me toque la lotería’. Eso, por mucho que nos gustase, no depende de nosotros mismos. Los propósitos que nos marquemos tienen que poder ser ejecutados por nosotros y depender sólo de nosotros.
  4. ¿Tienes los recursos necesarios para alcanzarlo? Aquí te puedes preguntar si tienes la formación, la información, la actitud, el estado o la colaboración necesarios para llegar a eso que deseas. Si es así, ¡sigue leyendo!
  5. ¿Qué verás, oirás y sentirás cuando haya alcanzado eso que tanto deseas? Siéntate tranquilamente, cierra los ojos, haz tres respiraciones profundas e imagínate que verás cuando hayas alcanzado ese objetivo, qué será lo que oirás, lo que te dirás a ti mismo y qué sentirás en el cuerpo. Incluso te puedes imaginar en qué parte del cuerpo sentirás ese objetivo logrado. Si es realizable y lo que de verdad deseas, el cuerpo te lo dirá y te devolverá una sesión de que estás alineado con lo que deseas. Quédate con esas sensaciones bien presentes, porque de alguna manera serán las que te llevarán a lograrlo.
  6. Ha de tener la dimensión adecuada. Hay objetivos que son grandes objetivos. Por ejemplo: no es lo mismo querer empezar a hacer yoga que convertirse en profesor de yoga. Para alcanzar el segundo tendrás que pasar de forma obligatoria por el primero. Si tu objetivo es de esos grandes, prueba a trocearlo como si fuera una tarta de cumpleaños e ir consiguiéndolo por partes.
  7. Pregúntate cómo te afectará la consecución del objetivo y cómo afectará a las personas que te rodean. ¿Incidirá en ti y en aquellos que te preocupan de forma positiva o negativa? ¿De qué manera cambiará tu vida cuándo lo hayas logrado? ¿Te convence? Con esta pregunta te garantizas que el objetivo sea ecológico y que incida de forma positiva en ti y en los tuyos. También te puedes preguntar si ese propósito tiene una intención positiva. Si es así, vas por buen camino.
  8. Qué es lo que te impide ahora lograr ese objetivo. Plantearte esta cuestión te va a dar muchas pistas de cuáles son tus creencias limitantes y tus bloqueos. Y recuerda, sólo con tomar conciencia de que es aquello que te limita ya estás aprendiendo mucho y habrá algo que cambiará.
  9. ¿Cómo puedo empezar ya a lograr mi objetivo y cómo puedo mantenerlo? Ya ha llegado el momento de establecer un plan de acción en el que especifiques cuál va  a ser el primer paso que vas a dar para llegar a ese objetivo tan deseado por ti. Te sugiero que ese plan de acción sea lo más específico posible y que detalles qué vas a hacer y cuándo lo vas  a hacer. Si a la hora de llevarlo a la acción flaquea tu fuerza de voluntad, vuelve al punto cinco e imagínate qué verás, sentirás y oirás cuando hayas coseguido eso que tanto deseas. Ahí volverá a aparecer la ilusión como guía.
  10. ¡Ve hacia delante! El movimiento se demuestra andando. Así que si ya has hecho lo anterior lo único que te queda es empezar a actuar e ir a por eso que deseas.

Pregunta poderosa

¿Qué veré, oiré, me diré a mí mismo y sentiré cuando haya alcanzado mi objetivo?

Sobre la autora

Leo_ViventiLEONOR CABRERA TORRADO

Experta en coaching. Formada en terapia integrativa y eneagrama en el programa SAT dirigido por el doctor Claudio Naranjo. Practitioner de PNL en el Institut Integratiu de Barcelona. Programa MBSR de meditación mindfulness. En formación como terapeuta Gestalt y Bionergética con el Centro de Psicología Humanista de Málaga. Licenciada en Periodismo, ha trabajado más de 15 años en diferentes medios de comunicación y ha escrito una serie sobre crecimiento personal para elmundo.es. Como atleta, ha sido una docena de veces campeona de España en diferentes pruebas e internacional. Más información en www.leonorcabrera.com

Información y citas

Si quieres más información o concertar una cita con Leonor Cabrera puedes llamar al 951 380 341 o escribir un mail a info@viventi.es. Tienes la opción de mantener con ella una entrevista informativa gratuita para conocerla y determinar si podéis trabajar juntos.