No sé si has visto esta seria. Se llama ‘Orange is the new black’ y narra la historia de una acomodada mujer blanca, Piper Chapman, que tiene que ir a la cárcel para saldar una deuda de su juventud, cuando era díscola, estaba liada con una traficante de drogas y la pillaron con las manos en la masa, ayudando a su amante a traficar y comportándose como una auténtica delincuente.

Cuando tiene que ingresar en prisión, ya con los 30 bien entraditos, su vida ha cambiado de forma radical. De su pasado lésbico no queda nada. Vive junto a un escritor en ciernes con el que es feliz y quien le apoya para montar una empresa junto con su mejor amiga. Sin embargo, los 15 meses que va a pasar en prisión hará que su vida cambie de forma radical.

La historia que cuenta la serie es real. Está basada en el libro autobiográfico de Piper Kerman ‘Orange is the New Black: Crónica de un año en una prisión federal de mujeres’, su memoria sobre su vida en la cárcel. La serie mezcla humor con dosis de mucha realidad y, al menos a mí, verla me ha hecho plantearme cómo viviría si me privaran de mi libertad.

En este punto he de decir que para mí la libertad es uno de los valores más importantes que hay. Baste decir que uno de los motivos que me llevó a dejar un trabajo bien remunerado y montar mi propia empresa fue el poder decidir cuándo me cogía vacaciones, tener los fines de semana libres (trabajaba uno sí y uno no) y no tener que estar de forma constante negociando turnos. Quería disponer yo de mi propio tiempo y no que me impusieran cómo disfrutarlo.

Así que imaginaos, si para mí estar en un trabajo con un horario fijo que he de cumplir sí o sí significa perder la libertad, ¿qué significaría estar en la cárcel? Creo que el hacerme esta pregunta al mismo tiempo que veía la serie ha sido uno de los elementos que ha motivado que me guste y que vea la potencia que puede tener las reflexiones que encierra.

Lo que te queda claro al verla y al ver cómo se comportan las compañeras de cárcel de la protagonista, Piper Chapman, es que te pueden robar la libertad, pero no la libertad a elegir cómo vives sin libertad. Ya lo dijo Viktor Frankl: “A un hombre le pueden robar todo, menos una cosa, la última de las libertades del ser humano, la elección de su propia actitud ante cualquier tipo de circunstancias, la elección del propio camino”.

La serie se convierte en una demostración constante de que esta frase es real como la vida misma y de que, aunque estés en prisión, siempre te queda elegir cuál va a ser tu actitud, desde cómo te hablas a ti misma, hasta como te relacionas con el resto de las presas o con el mundo que te rodea. Al final la prisión representa el mundo y las relaciones que Piper tiene con la gente que allí ahí, desde el resto de reclusas hasta el personal de la cárcel, es similar al que tiene con el resto del mundo.

Lo bueno de la serie (no quiero introducir spoilers) es que narra también cuál es su viaje interior y como pasa de ser una adorable mujer americana en la treintena a tener que adoptar toda una serie de estrategias para sobrevivir en ese mundo duro llamado cárcel. Sí, narra también el viaje que la protagonista hace hacia su propio interior y al que la empuja esa falta de libertad.

¿Cómo llevas tú la falta de libertad? ¿Consideras que tienes toda la libertad que necesitas o precisarías aún más? ¿Qué podrías hacer para conseguirla?