¡Más teatro por favor!

¿Son impresiones mías, o en el mundo que nos rodea la cosa se esta poniendo demasiado seria? Entornos políticos excesivamente crispados, trabajos que aprovechan la lamentable situación económica para convertir relaciones que deberían ser de beneficio mutuo en verdaderos cautiverios (anulando cualquier resquicio para la creatividad), y si no te gusta ya nos sabemos de memoria la frasecita de las narices: “Ahí está la puerta”.

No es de extrañar que surja ahora más que nunca el autoempleo, el emprendedor o las tan de moda startups, pero esto no es ningún camino de rosas. “Un buen jugador no siempre tiene que ser un buen entrenador” y surgen los miedos paralizantes, los clientes coñazo, o que el mes te salga en negativo.

Esta situación de caos económico, social y hasta mental, nos está haciendo polvo. Ese estrés no se va yendo al cine, o con un par de horas en el gimnasio. ¡No! A situaciones dramáticas medidas drásticas, toca desnudarse, y aquí no hablo en sentido literal, pero sí a alguien le apetece, muy sano es también ;-).

Toca hacer el ridículo, toca reírnos un poquito, acordarnos de todas esas situaciones absurdas que vivimos en el día a día y llevárnoslas al escenario. Toca descongestionar la expresión corporal que, seamos sinceros, se nos esta acartonado un poquito.

¡Más teatro por favor! ¡Más teatro en vena, es urgente! Si no estaremos perdidos.

Así lo ven las chicas de Viventi, que han iniciado una revolución silenciosa inundando las tardes de los viernes con un grupo de teatro en Benalmádena. Y no cualquier cosa, un grupo abierto, una nueva fórmula de ocio, en estos tiempos que tanto miedo nos da el compromiso.

¿Qué hago este viernes? Pues me llego a por mi ración de teatro en calle Canarias, Benalmádena, por 40 euritos al mes.  Después, serán unas risas con cervecitas y tapitas.

Y ahora toca mencionar al artífice de las tardes de teatro de los viernes en Benalmádena, el mago de la escena, una persona que enamora nada más conocerlo por su combinación perfecta de profesionalidad, ingenio y buen humor: Carlos Lázaro.

¡Más teatro en Benalmádena, por favor!

Pd. Cuidado que engancha 🙂