¿Sientes que tu vida está desordenada y no sabes muy bien cómo hacerlo para poner un poco de cordura? Quizás el síntoma que tengas es vivir en una especie de confusión sin tener demasiada claras cuáles son tus prioridades, por dónde comenzar el día o qué es aquello que en realidad deseas. Es muy probable que te preguntes cómo hacerlo para poner orden en tu vida y salir de esa confusión en la que los pensamientos se agolpan en tu cabeza sin principio ni fin.

En este post te voy a dar las claves para poner orden en tu vida en siete sencillos pasos con un trabajo inspirado en la pirámide de niveles neurológicos de Robert Dilts, uno de los genios de la PNL actual. Esta pirámide habla de siete niveles que se dan en cualquier proceso de aprendizaje o de cambio y la magia está en que examinar cualquier momento conflictivo que estamos viviendo a la luz de esa pirámide nos sirve para ordenar esa experiencia que estamos viviendo y ponerle un poco de cordura en nuestra cabeza.

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A mí me gusta decir que cuando hacemos un proceso de coaching mucho del trabajo tiene que ver con ordenar la mente del cliente y hacer que salga de la confusión para tener un foco en el que centrarse y por el que ir. De hecho, en más de una ocasión los procesos que hago incluyen un recorrido por esta pirámide con el fin de ordenar la experiencia del cliente.

Sería algo así como una ‘Magia del orden’, tal y como nos enseña la japonesa Marie Kondo, pero aplicada a la persona, de modo que podamos tirar con cariño y respeto todos los pensamientos y acciones que ya no nos sirven y guardar de forma ordenada esos que sí nos sirven y además nos gustan.

¿Te animas a intentarlo? Si es así, te propongo busques un boli y un papel para poder anotar los siguientes ejercicios.

1. ¿Qué lugares en los que te mueves te dan fuerza y cuáles te la quitan? ¿Y personas?

Lo primero que vamos a hacer es un recorrido por tu entorno. Cuando hablo de entorno me refiero a esos lugares en los que sueles estar, como tu casa, tu lugar de trabajo, el gimnasio al que vas, la ciudad o el pueblo en el que vives… Aquí contestarías a las pregunta de dónde te mueves y con quiénes. De lo que se trata es de ir apuntando esos diferentes entornos y visualizarte en esos lugares y con esas personas.

¿Cómo te sientes ahí? Estar en ese lugar y con esas personas te proporciona una sensación cálida o, por el contrario, tu cuerpo reacciona con un ‘no me gusta’ en mayúsculas. Quizás puedas marcar en rojo o en el color que te apetezca esos lugares que te resultan agresivos y que te generan rechazo y, si quieres investigar aún más y llegar hasta el fondo del cajón, puedes visualizarte en estos lugares, escuchar los sonidos que hay allí y lo que tú te dices e ir a tu cuerpo para comprobar cómo te sientes. Si detectas que tu cuerpo tiene estrés, tal vez puedes preguntarte qué es en concreto aquello que lo causa.

En mi caso, haciendo este ejercicio me di cuenta de que mi animadversión al gimnasio tenía mucho que ver con la música tan alta que ponían y con el ruido tan alto que había allí y me sirvió para no sentirme tan culpable por no ir: simplemente no era el entorno que yo necesitaba en ese momento de mi vida porque mi cuerpo pedía  más tranquilidad y más paz.

Hacerlo sirve para concretar a qué se debe tu malestar con algo y, de alguna manera, ir poniendo orden en sensaciones que quizás tengas y que no sepas muy bien a qué se deben.

2. ¿Qué conductas propias son las que te gustan y cuáles las que te disgustan?

En este segundo nivel para poner orden en tu vida, de lo que se trata es de que pongas el foco en el qué haces. Al igual que has hecho antes puedes visualizarte actuando en esos diferentes ámbitos de la vida y detectar qué acciones te dan fuerza en el día a día y cuáles te la quitan. Quizás te des cuenta de que ir cada mañana tan rápido con el coche genera mucho estrés y hace que ya comiences el día con mucho enfado. Tal vez la solución pase por levantarte diez minutos antes para ir a otro ritmo.

3. ¿Desarrollas todas su capacidades?

Si vamos a un tercer nivel para poner orden en tu vida, llegamos al nivel de las capacidades. ¿Cómo haces lo que haces? Al igual que has hecho antes, vete a los diferentes ámbitos de tu vida y examina las capacidades que pones en juego. ¿Estás desarrollando aquellas que quieres desarrollar o hay alguna que se queda en el tintero y que no poner en juego?

4. ¿Por qué haces lo que haces?

El cuarto nivel es de las creencias y aquí te invito a que examines por qué haces lo que haces en cada uno de esos ámbitos. ¿Por qué vas a trabajar? ¿Por qué vas al gimnasio? ¿Por qué vives en pareja? Aquí vas a detectar cuáles son las creencias que te mueven y que de alguna manera hacen de motor de tu vida. Quizás vayas a trabajar porque es necesario para ganar dinero, al gimnasio porque quieres adelgazar y vives en pareja porque piensas que es mejor vivir en compañía.

Al igual que has hecho antes pregúntate cuáles son las creencias que te debilitan y cuáles las que te fortalecen y vuelve a marcar aquellas que te quitan fuerza. Esas son las que te tocan ir modificando, cambiando y reformulando.

5. ¿Para qué lo haces?

Lo habitual es que nos preguntemos el por qué, no el para qué. Para poner de una vez orden en tu vida es necesario que te cuestiones los para qué porque van a hablar de tus valores, que es tanto como decir de las motivaciones internas que te llevan a dedicarte a determinado trabajo o estar en determinado relación. Si estás en un trabajo porque necesitas ganar dinero, es muy probable que al plantearte el para qué necesitas ese dinero sea para tener seguridad o estabilidad, por poner un ejemplo.

De lo que se trata con esta pregunta es de llegar a un palabra que resuma algo que puedes sentir en el cuerpo, como la mencionada seguridad o estabilidad. ¿A que si te digo que ubiques la seguridad en el cuerpo hallas un lugar para ella? Si el porqué de estar en pareja tiene que ver con tener compañía, es posible que el para qué de esa compañía sea para tener tranquilidad o cariño. ¿Puedes sentirlo?

6. ¿Quién eres?

Este el sexto nivel y es de la identidad, una identidad que tiene que ver con tu misión en la vida, con el para qué estás aquí. Aquí la pregunta a hacerte para poner orden en tu vida es la de quién eres en cada uno de esos ámbitos. ¿Quién eres en la pareja? ¿Quién eres en el trabajo? Y lo vas a hacer dejando que te venga una metáfora, normalmente en forma de imagen, de quién eres en cada uno de esos ámbitos. Si tienes dificultades para hallarla, puedes pensar si fueras un animal cuál sería, o si fueras un objeto con cuál te identificarías. De lo que se trata, al igual que antes, es detectar qué metáfora sobre quién eres te da fuerza y cuál te la quita.

7. ¿Y quién más eres?

El último nivel es de la visión y en éste lo que examinamos y en lo que ponemos orden es en qué tenemos nosotros para aportar al mundo en el que vivimos. Entramos en el campo de lo transpersonal, porque no hablamos sólo de lo que cosechamos para nosotros, sino que entramos en aquello que cosechamos para la vida en sí. La pregunta a hacerte aquí es quién más eres en cada uno de esos ámbitos de tu vida y al igual que has hecho antes vas a dejar que te llegue en forma de metáfora  una imagen que tenga que ver con ese quién más eres.

¿De qué has dado cuenta haciendo este trabajo? ¿Has logrado poner orden en el momento en el que estás viviendo? ¿Has podido detectar qué te llena y quieres que forme parte de tu vida y qué te sobra? Me gustaría escucharte ahí abajo, en los comentarios.