Si te has formado como coach o terapeuta o estás formándote lo más probable es que quieras empezar a tener clientes. Sin embargo, aún no tienes página web o la que tienes aún está en pañales. ¿Es posible tener tus primeros clientes de coaching o terapia sin tener página web? La respuesta es clara: sí que es posible. Lo único que hace falta es constancia y tener claro qué problemas son los que solucionas.

Por mi experiencia como mentora de coaches y de terapeutas, uno de los principales problemas radica en cómo llegar a esos primeros clientes y comenzar a moverte como profesional de la ayuda. En Viventi formamos a personas que quieren dedicarse al coaching y cada día veo como estas personas lo tienen muy difícil a la hora de comenzar su actividad. Y, si te soy sincera, a mí también me sucedió cuando inicié mi actividad que no tenía ni idea de cómo llegar a mis clientes. Poco me podía imaginar entonces que al día de hoy iba a sumar más de 1.300 horas en sesiones individuales.

Siempre que se pone delante de mí una persona que quiere dedicarse al mundo de la ayuda imagino que el trabajo a hacer es el de echar a rodar una piedra gigante que ha de ir poniéndose en movimiento poco a poco. ¿Cómo hacerlo para ir dándole esos primeros empujones que te permitan vivir del coaching o de la terapia? Que te permita, en definitiva, de vivir de lo que se ha convertido en tu vocación y está esperando a que la desarrolles.

Llegar a tus clientes de coaching o terapia sin web

¿Cómo arranco? ¿Cómo llego a mis primeros clientes o pacientes? ¿De qué forma comienzo a darme a conocer y a poner en acción mi vocación? Si te has hecho alguna de estas preguntas y no has encontrado respuesta, ten claro que no eres un bicho raro y que a la mayoría de las personas que ahora nos dedicamos al mundo del desarrollo personal o profesional nos sucedió esto en algún momento.

Lo primero que debes tener claro es que cada persona tiene su método y lo importante es que tú fabriques el tuyo. Cada vez veo más expertos en marketing que nos venden métodos probados para obtener clientes pero, por mi experiencia, algunos de estos métodos pueden ser poco orgánicos para aplicarlos en nuestro día a día. Son, como decimos en coaching, poco ecológicos y pueden carecer de una lógica para nosotros.

Así que lo importante es que tú te fabriques tu propio método, que sea orgánico, sostenible y ecológico y que vaya alineado con tu misión y con tu visión. Me explico: para algunos expertos en marketing puede ser imprescindible grabar vídeos que te posicionen como experto en lo tuyo. Sin embargo, tú sientes que aún no es tu momento para ponerte frente a la cámara. ¿Es necesario que grabes vídeos? Pues no: te garantizo que hay otras formas de comenzar a difundir tus servicios como terapeuta, coach o profesional de la ayuda.

Llegados a este punto, te preguntarás, ¿de qué forma puedo empezar a darme a conocer con lo que ya tengo? Te doy algunas ideas.

1. Contando a tus conocidos los problemas que solucionas

Aunque pueda parecer algo demasiado básico y lógico te puedo asegurar que hay muchísimas personas que quieren dedicarse a hacer sesiones de coaching o de terapia y que no se atreven a contar a las personas más próximas a qué se dedican. Si en realidad dedicarte al mundo del desarrollo personal es tu vocación, sal del armario y muestra todo lo que tienes que dar. Ten en cuenta que cuando empezamos a trabajar como coach o terapeuta hay en muchos casos un cambio de identidad y en muchas ocasiones la dificultad radica precisamente ahí.

En mi caso pasé de ser periodista y de dedicarme al periodismo durante más de 15 años a decir que hacía coaching. ¿Qué iban a pensar de mí mis antiguos compañeros y la gente que me conocía? ¿Dónde quedaba la Leo periodista? ¿Aquella Leo que se había dedicado con tanta pasión y durante tantos años al periodismo se perdería para siempre?

Cuando hago mentorización con profesionales de la ayuda, intento que tengan muy claro cuál es su nueva identidad y que sepan qué problemas son los que solucionan porque tener esto claro hará más fácil dar el paso de mostrarnos como profesionales. ¿Tienes tú claro esto?

2. Pidiendo recomendaciones 

Nos cuesta la misma vida, ¿verdad? Pedir que alguien nos recomiende y que cuente lo que hacemos. Tanto personas que nos conocen como personas que han trabajado con nosotros y se han ido satisfechas. Pues debes saber que es una de las maneras más efectivas para conseguir clientes. Para ello es necesario que cuentes qué problemas solucionas y que te lances a hacer sesiones y que pidas a aquellas personas que has acompañado en sus procesos de cambio que cuenten al mundo lo que se han llevado al trabajar contigo.

3. Haciendo sesiones de prácticas o intercambio

Y ahí vamos con el punto número tres. Muchas personas que se forman como coach o terapeuta quieren empezar a tener clientes que les paguen lo que piden sin haber hecho ninguna sesión con anterioridad. A mí me han llegado clientes de mentoring que han acabado su formación y que quieren ingresar ya 3.000 o 4.000 euros al mes sin tener ningún recorrido. En esto, como en todo, la experiencia es un grado y para poder tener clientes es necesario que primero atesores experiencia.

¿Cómo hacerlo? Ofreciendo sesiones de prácticas, en la que tú puedas ir adquiriendo experiencia a cambio de un intercambio o de un pago simbólico. No sé si lo sabes, pero el logo de Viventi nació de uno de mis primeros procesos como coach en el que hice un intercambio que, para nosotros, resultó maravilloso.

Además, para recibir es necesario dar. Es algo que cada vez tengo más claro. Y el ser generoso dando aquello que tienes para dar es la primera forma de comenzar a recibir.

4. Usa whassap, el correo electrónico y Facebook

¿Quién no tiene a mano estos tres medios ya casi imprescindibles para comunicarnos? Cuenta a través de estos canales qué problemas son los que solucionas, aquello que haces, cómo lo haces, por qué funciona… Puedes establecerte un plan para compartir información a través de estos medios en los que publicites tus sesiones, los resultados que obtienes, tus talleres.

5. Da charlas

Dar charlas es otro modo de conocer de tú a tú a tus futuros clientes. Y sí, las charlas pueden ser presenciales, no tienen porqué ser webinars, ahora tan de moda. A mí me encanta el contacto personal, el poder tocar, mirar a los ojos, así que intento que la mayoría de mis trabajos sean presenciales. También me gusta viajar, ver a mis amigos de otras ciudades, tener contacto humano. Las charlas tienen aquí un papel fundamental. Hay multitud de lugares en los que puedes darlas. Seguro que el ayuntamiento de tu localidad tiene algún local destinado a ello o grandes almacenes, como la FNAC, también suelen dar esta opción. Todo es investigar.

Por supuesto, esto son sólo algunas ideas. Como te he dicho antes, lo importante es que tú te fabriques tu propio método.

¿Cómo lo haces tú? ¿De qué manera te estás dando a conocer como coach, como terapeuta o como profesional de la ayuda? Me encantaría que me lo contaras ahí abajo, en los comentarios.

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Y si quieres trabajar conmigo de forma directa para potenciar tu actividad de coaching, de terapia o como profesional de la ayuda, puedes echarle un vistazo a nuestro programa de mentoring y pedir una cita informativa conmigo, tanto de forma presencial como online.