¿Alguna vez te han saltado las lágrimas a los ojos y las has parado? ¿Te has dicho internamente ‘eh, cuidado, que tienes prohibido llorar‘ porque llorar es de débiles? A mí sí que me ha pasado. Hace algunos años no me permitía llorar delante de nadie. Es más, cuando por cualquier razón se me saltaban las lágrimas delante de alguien me recriminaba a mí misma, me cabreaba conmigo y pensaba que estaba haciendo el ridículo, que vaya sentimental que estaba hecha que no sabía controlar mis emociones. Ay, qué equivocada estaba porque llorar es bueno, muy bueno incluso, diría yo.
Algunos años después, con unas cuantas horas de terapia a las espaldas y con muchos talleres hechos en los que he llorado todo lo que se puede llorar y un poco más, me he dado cuenta de que llorar no es tan malo. Al contrario y como decía antes, llorar es bueno y contribuye a desatascar esas emociones que tenemos ahí y que no le damos salida.
Cuando hacemos coaching wingwave hablamos de esas emociones que se quedan ahí atascadas, sin ser digeridas, procesadas y que saltan cuando hay un estímulo externo que hace que nuestro cerebro conecte con ellas. ¿Alguna vez te ha pasado que te has quedado encerrado en un ascensor y, después de eso, cada vez que entras en un ascensor te descompones? Un día tuviste un trauma al que tu cerebro recurre cada vez que hay un estímulo parecido al que lo provocó, que en este caso es el de entrar en un ascensor.
Lo mismo nos sucede cuando tenemos una pérdida, como por ejemplo la de una pareja. Durante el periodo de duelo, cada vez que la vemos o que hay algo que nos recuerde a ella, nos puede entrar una tristeza infinita hasta que no la procesamos, muchas veces a través del llanto, que como he dicho antes, en un gran desatascador emocional.
Por eso, aún me sorprende cuando llega alguien a mi consulta de coaching, empieza a contarme qué le sucede y las lágrimas comienzan a brotar. Lo que me sorprende no es eso, no es que llore: es que esas personas, en muchas ocasiones, consideren que están obligadas a disculparse por llorar. Ahí es cuando les digo que no se preocupen, que es normal, que todos lloramos y que llorar es bueno y que para algo está ese paquete de klínex que siempre tengo sobre la mesa. Evitar el llanto supone evitar una parte de nosotros mismos que pugna por salir porque, por mucho que nos pese, llorar es bueno.
¿Cuándo fue la última vez que lloraste? ¿Sientes la necesidad de hacerlo? ¿Sueles evitarlo? Me encantaría escucharte ahí abajo, en los comentarios.
Totalmente de acuerdo en que llorar es bueno pero no soporto cuando en situaciones tensas de trabajo lloro delante de jefe o compañeros. Me encantaría no llorar en esas situaciones
Yo lloro muchísimo, siempre ando con la lagrima floja en cuanto me emociono ma de la cuenta. Me agrada saber que no es tan malo como pensaba. No me reprimo porque no puedo la verdad, salen las lagrimas y las emociones en torrente.
Gracias por los post, los leo todos!!
Virginia
Y sí, estoy totalmente de acuerdo y a menudo dejo que rueden, me cansé de ser fuerte, y ahora sin necesidad de tener recuerdo tristes o penas o tristezas, a veces con un simple artículo que me llega o un pensamiento que tiene profundidad, suelo soltar mis lágrimas. Así que muchas gracias, por recordarme que es totalmente sano llorar. Excelente artículo, gracias por compartir.
Gracias a ti por tus palabras.
Pues no, no es tan malo. ¡Gracias a ti por leernos!
Hola, Pilar. Si lloras es porque ahí existe lo que podríamos llamar ‘cierta tensión’ acumulada. Seguramente se repetirá una situación que conecta de forma directa con una emoción que tienes ahí a flor de piel y de ahí que aparezca el llanto. Por mi experiencia, si nos atrevemos a llorar esa situación, hay un momento en el que deja de emocionarnos de esa manera. Un saludo.
me parece buenisimo el tema, a mi en particula me cuesta llorar porque en mi pais hay una cultura que a nosotros los hombres no nos permiten llorar, eso limita las emociones y los sentimientos y encarece la afectividad…
Sí, suele pasar que los hombres lo tenéis más difícil por educación para expresar las emociones. Lo bueno es darse cuenta de que expresarlas alivia y mucho.
Trato de mantenerme fuerte y firme, pero no puedo, y busco la soledad para desahogarme hasta que ya no puedo más y reviento en llanto, la vida duele, y mucho.